Uteístas conocieron la experiencia de vida de Libardog, un negocio con amor familiar
Con el fin de incentivar el emprendimiento en los estudiantes, de la coordinación de Gestión Empresarial y Banca y Finanzas, el docente Juan Fernando Sisa Vargas, del programa de Administración de Empresas, invitó al empresario, Libardo de Jesús Suta Mogollón, para que compartiera con sus estudiantes algunas de sus experiencias, las cuales le han permitido construir una marca con más de 30 años de historia en la ciudad.
El profesor elaboró el siguiente perfil sobre Libardo, dejando claro en el mismo elementos de su vida que conocieron los uteístas de las asignaturas: Responsabilidad social empresarial, inversiones en franquicias, y desarrollo del comportamiento emprendedor, ya que él es un referente para los futuros negocios de los estudiantes.
Emprendedor, dicharachero, soñador, pero ante todo buena gente. Su fórmula de aptitud más constancia dio resultado y es que ya son tres décadas en que nos acompaña con esfuerzo y mucha perseverancia: Libardog.
De chico siempre quiso ser cocinero, pero antes fue vendedor de bolsas, árbitro de básquetbol y muchas tareas más, pero no trabajador bancario, como quería su mamá, María Dolores.
Todos tenemos sueños y talentos y don Libardo de Jesús Suta Mogollón no fue la excepción.
Un hombre que se ha hecho a pulso, disciplinado y con un sentido de atención por la gente, se aprende los nombres de sus clientes cuando es necesario, es decir siempre, porque su modelo de atención al cliente resalta lo que es su esencia el servicio. Un servicio con calidad que ha generado empatía con la sociedad.
La evolución del negocio ha sido también notoria donde se ha evidenciado el crecimiento administrativo con sus cambios de imagen y manejo de redes sociales. Para no desentonar con la actual tecnología; para lo cual todos se preparan, se capacitan y se interesan siempre por aprender.
La pandemia también fue uno de sus retos superados, en donde dejó buenos aprendizajes especialmente para ser más humanos.
Dentro de sus muchos logros está ser uno de los pioneros en agregar salsa tártara especial y salsa de piña a las comidas rápidas en Santander.
Lograr ser una micro empresa que se rige bajo el marco legal, brindando empleo a varias familias, pero además estar en el corazón de los Bumangueses.
No ha sido tarea fácil, pero sí muy llevadera porque no va solo, su equipo de trabajo garantiza su motivación y sobre todo su éxito. Sus colaboradores son su familia también.
La sonrisa es una de sus características más contundentes para sobrellevar tropiezos y retos que serán sobrellevados, por unos colaboradores capacitados, valientes y contagiados de afecto y dedicación que demuestran en todo lo que hacen.