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Una ponencia, a cargo de la historiadora Diana Novoa Sanmiguel, investigadora y lideresa del componente social del convenio 879/2017, suscrito entre las Unidades Tecnológicas de Santander y la Gobernación del departamento, fue presentada en Argentina por el Laboratorio de Cultura Ciudadana en desarrollo de un seminario internacional sobre historia.
El proyecto, que busca introducir innovación para fomentar una cultura ciudadana, fue expuesto en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, de Buenos Aires, con la denominación «Los usos políticos de la memoria en épocas de crisis y transición: aproximación al caso de Bucaramanga (1975-1986)», durante el XII Seminario Internacional de Políticas de la Memoria «Crisis del presente y disputas por la memoria».

El certamen, que tuvo, además, la presencia de investigadores del más alto nivel en ámbitos que abarcaron desde la sociología, la historia y la antropología hasta las ciencias de la comunicación, permitió contar con un espacio fundamental para reflejar el alcance que el Laboratorio de Cultura Ciudadana UTS ha logrado en lo transcurrido del año en materia de investigación social.

“Quien olvida su historia está condenado a repetirla”, sentencia ideológica escrita por el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, es expresada aquí por la historiadora e investigadora Novoa Sanmiguel de manera magistral, como lo hizo en su ponencia.

En síntesis de su trabajo, señaló:”Presentamos una ponencia sobre los usos políticos de la memoria en Bucaramanga, en periodos de crisis y transición. El periodo que contemplamos en la ponencia alude a los años 70 y 80, dos décadas en las que se configura la imagen y la dinámica actual de la ciudad.

Además, fue una época en la que se abandonó el proyecto industrializador, de gran agitación social y política, y que se caracterizó por lo que fue denominado como los ‘paros cívicos’; en ellos la ciudadanía bumanguesa se articuló y reclamó mejoras en servicios públicos, vías, transporte, suministros y mejor calidad de vida para una ciudad que había crecido vertiginosamente, a partir de oleadas de desplazamiento desde las zonas rurales a partir de los ‘años de la violencia’.

Bucaramanga era una ciudad que demandaba en ese momento de sus gobernantes toda atención para obtener más calidad de vida y lo necesario para una urbe en crecimiento. Buscamos pensar la ciudad desde una perspectiva histórica y el papel del ejercicio de ciudadanía de sus habitantes”.